miércoles, 10 de marzo de 2010

Como aplicar la inteligencia emocional al liderazgo organizacional

Presentado por: Juan Carlos Carcamo

¿Por qué algunas personas sonríen más a la vida que otras?

¿Por qué algunas personas con alto coeficiente intelectual y que se destacan en su profesión no pueden aplicar esta inteligencia en su vida privada, que va a la deriva, del sufrimiento al fracaso? ¿Por qué otras con alto coeficiente intelectual (QI) acaban por trabajar para otras que tienen un QI mas bajo, pero que saben contactar, influir y relacionarse mejor? La respuesta está en las emociones y en la capacidad de atenderlas y dirigirlas

La palabra inteligencia es de origen latino, intelligentĭa. Inteligente es quien sabe escoger. La inteligencia permite elegir las mejores opciones para resolver una cuestión.
las definiciones de inteligencia pueden clasificarse en varios grupos:
A) Psicológicas: la capacidad cognitiva, de aprendizaje, y relación;
B) Biológicas: la capacidad de adaptación a nuevas situaciones.
C) Operativas: elaboración
D) Artificial: sistemas.
E) Emocional.

Exteligencia, aprender jugando.

El término exteligencia, que se encuentra en un proceso de clara difusión, y que complementa al término inteligencia, fue acuñado en 1997 por dos especialistas en divulgación científica, Ian Stewart y Jack Cohen en su obra Figments of Reality. Si se es lector habitual de las novelas de Terry Pratchett especialmente de su saga Mundodisco uno conocerá bien a estos dos personajes, puesto que han escrito junto con el conocido autor británico la miniserie The Science of Discworld.

A finales del siglo XX surgen varias teorías psicológicas que cobran gran celebridad:
1) Teoría de las inteligencia múltiples
2) Teoría triárquica de la inteligencia
3) Inteligencia emocional
4) Inteligencia Fluida y Cristalizada

Definición:
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en nosotros mismos y en los demás.
La inteligencia emocional no consiste en sofocar las emociones, sino mas bien en saber dirigirlas y equilibrarlas
La inteligencia emocional es una fuerza potente en si misma, y es indispensable para poder llevar a cabo ciertas actividades relacionadas con la mente: control de calidad, desarrollo de competencias, valoración; entre otras.
Principal investigador : Daniel Goleman (1995) a través de su obra “la inteligencia emocional

La emoción es la capacidad de sentirse afectado; es la movilización del estado de ánimo que producen los afectos y las pasiones; desequilibrio causado por el miedo y la preocupación. La emoción es la respuesta afectiva ante una situación que produce inestabilidad y perturbación. Las emociones pueden aparecer en forma abrupta, frente a un estímulo intenso determinado y ser de breve duración, o permanecer cierto período de tiempo impidiendo cualquier otra acción, aún después de desaparecer el estímulo que la provocó. Las emociones producen reacciones fisiológicas tendientes a alcanzar lo que se cree que es bueno o rechazar lo que se considera que es malo. Las personas responden a las emociones de distintas maneras; algunas son más sensibles y se sienten más afectadas que otras. Si una persona se deja dominar por sus emociones, de nada vale su inteligencia, porque puede actuar en forma impulsiva sin reflexionar ni poder discernir. Las emociones como la ira, el odio, la tristeza, la euforia, el temor, la confusión, la irritabilidad, la excitación, el entusiasmo, etc., producen gran actividad orgánica y moldean la conducta.

D. Goleman sostiene: “Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen mas probabilidad de sentirse satisfechas, ser eficaces en su vida y de dominar los hábitos mentales que favorecen su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional entran en batallas interiores que sabotean la capacidad de concentración en el trabajo y de pensar claramente”

Algunas características de la Inteligencia Emocional.

 Independencia: Cada persona aporta una contribución única al desempeño de su trabajo.
 Interdependencia: Cada individuo depende en cierta medida de los demás.
 Jerarquización: Las capacidades de la inteligencia emocional se refuerzan mutuamente.
 Necesidad: Pero no suficiencia, poseer las capacidades no garantiza que se acaben desarrollando.
 Genéricas: Se pueden aplicar por lo general a todos los trabajos, pero cada profesión exige competencias diferentes.

La capacidad de sentir emociones es innata pero el modo de reaccionar a ellas es aprendido y depende de muchos factores como por ejemplo, la cosmovisión, las expectativas, la evaluación de las circunstancias, o los valores. El control de las emociones puede modificar el resultado de todas las actividades humanas, como el rendimiento en el trabajo, en el estudio, en las ocupaciones cotidianas, en el manejo de un vehículo, en situaciones límites y hasta en el deporte. Para poder manejar las emociones es necesario reconocer los propios sentimientos y también distinguir los ajenos utilizando la inteligencia emocional.

La inteligencia emocional consiste en el conocimiento de las aptitudes personales y sociales, como la empatía y la habilidad social; el auto-conocimiento, la capacidad de autocontrol y la motivación, que se pueden mejorar para lograr un mayor auto-dominio. Las emociones influyen en la actividad motora y el funcionamiento orgánico, principalmente a nivel neurovegetativo; y afectan cualquier rendimiento.

A nivel fisiológico, cambia el ritmo de la respiración, la frecuencia cardiaca y la presión arterial. A nivel mental, genera pensamientos relacionados; y a nivel de comportamiento, altera los movimientos del cuerpo. Cuando la exigencia externa aumenta, es acompañada de una consecuente exigencia psicológica que requiere de un gran dominio emocional para cumplir los objetivos.

Las emociones afectan la capacidad de concentración, la toma de decisión y produce fallas en la actividad en general. Las personas que logran permanecer calmos y equilibrados en situaciones de gran estrés tienen en general una estructura de personalidad firme y sólida, son seguras de si mismas, saben lo que quieren y hacia donde desean ir.

El rendimiento óptimo se obtiene con el auto-control emocional, permaneciendo frío y relajado para favorecer el funcionamiento del cuerpo y de la mente y mantener el equilibrio; dándose cuenta de cuál es el sentimiento que pretende dominarnos. La serenidad se logra desprendiéndose de esos sentimientos negativos, lo que da lugar al uso de la razón y la creatividad y permite utilizar todos los recursos disponibles hacia el logro de los objetivos. Pero también son necesarios el compromiso, la motivación, la iniciativa y el optimismo. No se trata de reprimir las emociones sino de identificarlas, reconocerlas y transformarlas en energía positiva para nuestro beneficio.

La inteligencia emocional es la herramienta
Con el fin de llevar a cabo liderazgos o comportamientos participativos y altamente reconocidos por parte de los compañeros con los que se comparte un objetivo común, es imprescindible manejar ciertos elementos que componen la inteligencia emocional. Es decir, es imprescindible mostrarse empático, con capacidad para comprender las motivaciones de un miembro de la comunidad para actuar de tal o cual forma. Además, ser capaz de utilizar en beneficio de la colectividad los activos que muestre cada uno de los participantes es crucial, y una de las claves de la inteligencia emocional. La mayoría de las habilidades para lograr una vida satisfactoria son de carácter emocional, no intelectual.

Desde pequeños nos dijeron que el sentimentalismo (como se conoce el hábito de enseñar las emociones en vivo y a manifestarlas sin disfrazar nuestros sentimientos) era propio de personas débiles, inmaduras, o con carencia de autocontrol. Además, se ha arraigado en nuestro concepto colectivo, machista como pocos, la idea de que las emociones o -más aún- el llanto, pertenecen al ámbito de lo femenino y débil.

Pero ya no es así, todo evoluciona; y hoy va avanzando y ganando terreno la convicción de que expresar los sentimientos es un elemento insustituible en la maduración personal y en el desarrollo de la razón en general.

Tenemos muy en cuenta nuestro espacio subjetivo y no sólo le hemos dedicado tiempo y esfuerzo, sino que incluso la valoración que hacemos de una persona pasa, en buena medida, por sus conocimientos ostensibles y habilidades intelectuales demostradas. Desde la educación, tanto reglada como no académica, se nos ha motivado para que saquemos el máximo partido a nuestros recursos mentales. Somos lo que hemos leído, lo que hemos aprendido y lo que expresamos. Nadie discute la necesidad de adquirir talentos técnicos y culturales para prepararnos (y actualizarnos) para la vida profesional, pero en una equivocada estrategia de prioridades olvidamos a veces la importancia de educarnos para la vida emocional. Aprender a vivir es aprender a observar, analizar, recabar y utilizar el saber que vamos acumulando con el paso del tiempo. Pero convertirnos en personas maduras, equilibradas, responsables y felices en la medida de lo posible, nos exige también saber distinguir, describir y atender a nuestros afectos. Lo último significa ordenarlos, jerarquizarlos, interpretarlos y asumirlos. Porque cualquiera de nuestras reflexiones o actos en un momento determinado pueden verse ‘contaminados’ por nuestro estado de ánimo e interferir negativamente en la resolución de un conflicto o en una decisión que tenemos que tomar.

Cuidar nuestro momento emocional, aprender a expresar los desazones sin agresividad y sin culpabilizar a nadie, ponerles nombre, atenderlos y saber cómo descargarlos, es uno de los ejes de interpretación de lo que nos ocurre. Cada vez que dudamos ante una decisión, que nos proponemos comprender una situación, no hacemos estas operaciones como lo haría un ordenador o cualquier otro ingenio de inteligencia artificial, sino que ponemos en juego, traemos a colación, todo nuestro bagaje personal (incluyendo lo que nos ha podido pasar hace un rato o unas horas) y el pesado fardo de nuestra herencia cultural. De ahí que vivir nuestras emociones es una habilidad relacional que nos capacita como seres que se desarrollan en un contexto social. Sólo cuando conectamos con nuestros sinsabores, los atendemos y jerarquizamos, somos capaces de tener empatía con los sentimientos y circunstancias de los demás. No es más inteligente quien obtiene mejores calificaciones en sus estudios, sino quien pone en práctica habilidades que le ayudan a vivir en armonía consigo mismo y con su entorno. La mayor parte de las habilidades para conseguir una vida satisfactoria son de carácter emocional, no intelectual. Los profesionales más brillantes no son los que tienen el mejor expediente académico, sino los que han sabido ‘buscarse la vida’ y exprimir al máximo sus habilidades. En otras palabras, los que saben trabajar.

Esta sociedad de las ‘buenas maneras’ y del control social ha hecho de nosotros auténticos robots de las apariencias. En la Universidad de Maryland los doctores Joseph Woods y Glen Pitts han abordado la inteligencia emocional como la habilidad (esencial) de las personas para atender y percibir los pesares de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos adecuadamente y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás. Existen estados neurológicos, como la prosopagnosia (inhabilidad de distinguir una cara) y el autismo que interfieren con este proceso.

En la inteligencia emocional se contemplan cuatro componentes:
Percepción y expresión emocional. Se trata de reconocer de manera consciente qué emociones tenemos, identificar qué sentimos y ser capaces de verbalizarlos. Una buena percepción significa saber interpretar nuestros sentimientos y vivirlos adecuadamente, lo que nos permitirá estar más preparados para controlarlos y no dejarnos arrastrar por los impulsos.

Facilitación emocional, o capacidad para engendrar emociones que acompañen nuestros pensamientos. Si las emociones se ponen al servicio del pensamiento nos ayudan a tomar mejor las decisiones y a razonar de forma más perspicaz. El cómo nos sentimos va a influir decisivamente en nuestros raciocinios y en nuestra capacidad de deducción lógica.
Comprensión emocional. Hace referencia a entender lo que nos pasa a nivel cerebral, integrarlo en nuestro pensamiento y ser conscientes de la complejidad de los cambios afectivos. Para entender los afectos de los demás, hay que entender los propios. Cuáles son nuestras necesidades y deseos, qué cosas, personas o situaciones nos causan determinadas afecciones, qué pensamientos generan las diversas emociones, cómo nos conmueven y qué consecuencias y reacciones propician. Tener empatía supone sintonizar, ponerse en el lugar del otro, ser consciente de sus estados de ánimo. Hay personas que no entienden a los demás no por falta de discernimiento, sino porque no han vivido experiencias sentimentales o no han sabido gestionarlas — sino es que sufren de dificultades neurológicas. Quien no ha experimentado la ruptura de pareja o el dolor de la orfandad por la pérdida de un ser querido, es difícil que se haga cargo de lo que sufren quienes pasan por esa situación. Incluso cuando se ha pasado por experiencias de ese tipo, si no se ha hecho el esfuerzo de percibirlas de manera explícita aceptándolas e integrándolas, no se logrará estar lo suficientemente capacitado para la comprensión emocional inteligente. En otras palabras, no todos pueden ser terapeutas de los demás.

Regulación emocional, o capacidad para dirigir y manejar las emociones de una forma eficaz. Ésta consiste en la capacidad de evitar respuestas incontroladas en situaciones de ira, irritación o miedo. Supone también percibir nuestro estado afectivo sin dejarnos arrollar por este, de manera que no obstaculice nuestra forma de razonar y podamos tomar decisiones de acuerdo con nuestros valores y las normas sociales y culturales.

Estas cuatro habilidades están ligadas entre sí en la medida en que es necesario ser conscientes de cuáles son nuestras emociones si queremos vivirlas adecuadamente.
Gestionar adecuadamente las emociones supone:

• No someterlas a censura. Las emociones no son buenas o malas, salvo cuando por nuestra falta de habilidad hacen daño, a nosotros o a otras personas.
• Permanecer atentos a las señales emocionales, tanto a nivel físico como psicológico.
• Investigar cuáles son las situaciones que desencadenan esas emociones.
• Designar de forma concreta los sentimientos y señalar las sensaciones que se reflejan en nuestro cuerpo, en lugar de hacer una descripción general (‘estoy triste’, ‘me siento nervioso’, ‘me siento gorda’, ‘no me gusta como luzco’…).
• Descargar físicamente el malestar o la ansiedad que nos generan las emociones.
• Expresar nuestros sentimientos a la persona que los ha desencadenado, sin temores, sin acusaciones pero con firmeza, y detallando qué situación o conducta de su parte es la que nos ha afectado.
• No esperar a que se dé la situación idónea para comunicar los sentimientos, tomar la iniciativa sin temores y sin hesitaciones.

Nunca diremos lo bastante acerca de la inteligencia emocional, porque es ésta, precisamente, la que más nos distingue entre nuestra capacidad cognitiva/emocional y la de los robots.
Una computadora puede derrotar al campeón mundial de ajedrez, pero, no puede derrotarlo, si es que están jugando al ‘juego de la vida’, donde quien siempre gana es quien puede colegir e interpretar los pensamientos y las actitudes de los demás.

8 comentarios:

  1. Hemos visto que el liderazgo se aplica a cuatro niveles de la organización:
    - Autoliderazgo
    - Uno a uno
    - Equipos de trabajo
    - Organizaciones
    Pienso que el tema de inteligencia emocional y liderazgo juego un rol fundamental en el tema de autoliderazgo. Es allí donde fija sus raices y es asllí donde ayuda a formar en sus bases al líder y su capcidad de ejercer liderazgo.
    En la medida que haya mayor inteligencia emocional en los miembros de la organización, mayor será la capacidad de esta de enfrentar las situaciones y crisis (Riesgo/Oportunidad) con mejor manejo de las emociones y más caocrde a los objetivos de la organización.
    Incluso en los casos de no contar con un alineamiento total del tema emocional, por lo menos se puede ocupar para canalizar las emociones de aquellos que les ha costado enfrentar la situación/crisis.

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  2. De manera personal, quiero decir que este tema de la Inteligencia Emocional siempre me ha parecido muy interesante, pues como bien lo manifiesta Juan Carlos en el desarrollo del tema, la Inteligencia Emocional representa una capacidad mucho más importante que la Inteligencia Intelectual, pues para poder llegar a ser una persona, o en el caso en estudio, un líder exitoso, se requiere que tenga ambos tipos de inteligencia, pero sobre todo la Emocional pues es ésta le ayudara a tomar decisiones con la mente fría sin que las emociones interfieran en ellas.
    A la vez es importante mencionar que como dice Juan Carlos el aspecto cultural tiene mucho que ver con el tipo de Inteligencia emocional que se pueda tener, puesto que desde pequeños la generalidad es que se nos eduque más en lo intelectual que en lo afectivo, por lo que también el desarrollar la Inteligencia Emocional se vuelve una cuestión un poco más difícil.

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  3. Como una investigación personal sobre el tema, detallo lo siguiente:

    INTELIGENCIA EMOCIONAL: RASGO CARACTERÍSTICO EN UN LÍDER TRIUNFADOR
    La inteligencia emocional es un tema de gran impacto en la gerencia presente y futura, ya que se puede observar en las organizaciones como personas sin ser tan brillantes logran ser reconocidas como líderes y de grandes aptitudes para ejercer posiciones de mando.

    La Inteligencia Emocional es la capacidad para captar las emociones de un grupo y conducirlas hacia un resultado positivo. Este talento se puede aprender y cultivar en las organizaciones y es tarea de cualquier persona, determinar si posee dichas aptitudes.

    Componentes de la Inteligencia Emocional

    Autoconciencia: Se refiere a la habilidad de reconocer y entender nuestros estados de ánimo, nuestras emociones, y su efecto en las personas que nos rodean. Así mismo la autoconciencia nos sirve para determinar hacia dónde vamos y qué metas podemos cumplir siendo realistas. Además reconoceremos nuestros errores y seremos más cautos al realizar determinada labor.

    Autorregulación: como su nombre lo indica, esta habilidad nos permite controlar nuestros impulsos y emociones y lógicamente a pensar antes de realizar cualquier cosa. Este componente hace que pensemos antes de actuar, determinemos por qué se falló en esa situación, qué factores pudieron incidir para el fracaso y cómo se podría solucionar de la mejor manera. Aquí es importante reseñar que un líder con esta habilidad le daría más confianza a sus subalternos y las riñas dentro de un grupo tenderían a desaparecer. El miedo al cambio no estaría presente en un líder con esta habilidad y la reflexión y el pensamiento siempre estarán en primer lugar.

    Motivación: Lo importante en este componente es trabajar y sentir satisfacción ante una meta finalizada, y no sólo buscar recompensas en dinero o status. Los líderes con esta habilidad se apasionan por su trabajo, les gusta aprender siempre, son creativos y muestran una energía y unos deseos impresionantes para culminar de la mejor manera una actividad y llevan un registro del desempeño realizado. Así mismo ante el fracaso, no ven nubes negras, sino una oportunidad para ser mejores y su compromiso con la organización es cada día más fuerte y así reciban ofertas monetarias altas para cambiar de empresa y de trabajo, lo más importante para ellos es realizarse como personas y crecer en el ambiente al cual están acostumbrados.

    Empatía: esta habilidad hace que un líder considere los sentimientos de los subalternos y sepa tratar a las personas, según las reacciones que estas puedan tener en determinado momento, es saber cómo decir las cosas y cómo actuar al percibir y entender el punto de vista de cada uno de los miembros de determinado grupo de trabajo, ante situaciones problemáticas. Es muy importante añadir también que la empatía es muy necesaria al tratar negocios internacionales dentro del marco de una globalización cada vez más grande, ya que aquí lo importante es tratar bien a los clientes, entender sus puntos de vista y descubrir qué deseos pueden ser satisfechos de la mejor forma.

    Habilidades sociales: junto con la empatía, este componente hace referencia a la capacidad de las personas para manejar las relaciones con los demás y conducirlos hacia la dirección que se desee ya sea buscando un acuerdo o un entusiasmo frente a un producto o servicio.

    Conclusión:
    Se puede decir que al dirigir un grupo, deben combinarse de la mejor manera los cinco elementos de la Inteligencia Emocional, sólo así el que comanda al grupo será un líder sobresaliente.

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  4. Inicialmente, todo líder dentro de la organización, tendrá éxito en la medida que sepa establecer redes sociales efectivas, un líder no debe saber el como se hacen todas las cosas, mas debe saber a quien pedirlas. Para ello es importante el manejo de estas redes sociales, tanto entre sus mismos colegas , superiores y subordinados.
    Aquel líder que sepa canalizar sus emociones bajo situaciones de estrés, transmitirá serenidad a su equipo, le brindará confianza y no desperdiciará tiempo buscando culpables o excusas por las cuales no puede ejecutarse algo; por el contrario, esta persona podrá asumir su rol de manera responsable y manteniendo en mente el resultado al que quiere llegar.
    Un líder organizacional, a través del desarrollo de su inteligencia emocional, será capaz de mantenerse comprometido con la empresa, y con alta iniciativa. Debe buscar transmitir esa capacidad emocional a sus equipos, ya que éste no podrá enfrentar las situaciones solo, necesita que su equipo actúe de la misma manera con el fin de disminuir aspectos conflictivos entre grupos de trabajo o aspectos personales que llegaran a surgir afectando negativamente el clima laboral.
    Como se expone en el desarrollo del tema, no consiste en aplacar sentimientos, sino mas bien reconocerlos, analizarlos y actuar maduramente en las relaciones interpersonales.

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  5. El tema de inteligencia emocional en su aplicacion al liderazgo es indispensable tocarlo, ya que practicamente veo que aunque se determine que es unos de los aspectos que puede comprender el potencial de la persona que ejerce el liderazgo, creo firmemente que este es una aspecto basico, casi OPERATIVO, es decir, el garante que el liderazgo se realiza y desarrole de forma adecuada.
    Particularmente el tema siempre lo he visto como una invitacion y reconocimiento sobre las emociones en si mismas.
    Como ya se menciono anteriormente, las personas nunca son desarrolladas para manejar sus emociones y direccionarlas de forma adecuada, desde pequeños a la niñez se enfoca en desarollar unas de las competencias, pero la inteligencia emocional no.
    Principalmente es critico con el tema de genero, ya que el hombre es educado bajo un esquema donde las emociones son aspectos anti naturales y no desesables.
    Pienso que las personnas que siente y viven de esta forma VIVEN UNA TRAGEDIA, pero aquellos que mediante la investigacion sistematica de las propias emociones y conocer como potencial las emociones entendiendolas como las directrices bases para poder tener exito en la vida,por lo que piensa la vida es una COMEDIA.

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  6. Considero de mucha importancia el tema de la inteligencia emocional en un lider, puesto como ya se ha dicho en otras discusiones es el que guiará al grupo al exito. Creo que es muy importante que cada uno pueda llevarse a cabo una auto evaluacion, para poder sacar una conclusion de como se siente, como considera que esta trabajando, como cree que los demas piensan de él (refiriendome al lider). tambien considero importante que el lider se reuna con su grupo para que este lo retroalimente sobre su forma de ser y de guiar al mismo.
    el lider debe de aprender que existen muchos factores externos que pueden alterar el estado emocional de cualquier persona, la cual no solo afecta la vida personal de alguien si no la vida laboral tambien. es por esta razon que toda persona, incluyendo los lideres deben de utilizar las emociones de forma inteligente. Tambien es importante reconocer que cada uno influye en el estado de animo de los demas, por lo que es muy importante que un lider trate siempre de dejar todos sus problemas de lado, para no influir negativamente en los demas. Hoy no basta con un alto coeficiente intelectual para triunfar profesionalmente, para competir o para desarrollar una empresa; se requiere un control emocional adecuado, que permita tener una interacción armónica en el ambiente laboral: socios, colegas, empleados, proveedores, clientes, etc.

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  7. La ciencia nos indica segun lo investigado por juan carlos que un lider puede ser un genio pero un ignorante emocionalmente hablando, haciendo toma de decisiones con el higado y cabeza, sin hacer un equilibro entre mente y corazón.

    Si una persona se deja dominar por sus emociones (la ira, el odio, la tristeza, la euforia, el temor, la confusión, la irritabilidad, la excitación, el entusiasmo, etc.)y toma decisiones o guía un grupo a través de dichas emociones, sin lugar a duda hara un desastre de algo que puede ser tan pequeño y exajerar de una determinada acción de un colaborador.

    Todo lider debe de poner cierto orden en su vida emocional, analizar sus batallas interiores que sabotean la capacidad de concentración en el trabajo y de pensar claramente en su objetivo organizacional. Considerando que la capacidad de sentir emociones es innata pero el modo de reaccionar a ellas es aprendido.

    Para que un lider se maneje mejor sobre las aguas de La inteligencia emocional, debe de tener claro en que consiste el conocimiento de las aptitudes personales y sociales, como la empatía y la habilidad social; el auto-conocimiento, la capacidad de autocontrol y la motivación.

    Podemos concluir que las personas que logran permanecer calmados y equilibrados en situaciones de gran estrés tienen en general una estructura de personalidad firme y sólida, son seguras de si mismas, saben lo que quieren y hacia donde desean ir, usando la inteligencia emocional como una herramienta con el fin de llevar a cabo liderazgos o comportamientos participativos y altamente reconocidos por parte de los compañeros con los que se comparte un objetivo común, por lo que debemos considerar que la mayoría de las habilidades para lograr una vida satisfactoria son de carácter emocional, no intelectual.

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  8. Muchos autores de diferentes disciplinas consideran que la inteligencia emocional es mucho más importante hoy en día que el coeficiente intelectual de las personas, tema este ultimo que definitivamente ha pasado de moda.
    Conforme al artículo de Juan Carlos, entendiendo que la inteligencia emocional garantiza que las personas sean equilibradas en el manejo de sus emociones, es definitivamente indispensable que a la hora de seleccionar los líderes organizacionales, se otorgue prioridad a este aspecto.
    Creo que ahí radica la importancia de aplicar la inteligencia emocional en los temas de liderazgo organizacional, asegurar lideres con esta destreza y madurez a mi juicio garantizará organizaciones productivas que dignifiquen y humanicen día a día el trabajo humano.
    Necesitamos pues más información y profundas investigaciones sobre el tema con buen respaldo académico para poder establecer si se nace con inteligencia emocional o si se puede adquirir.
    Muchos médicos genetistas han expresado que la inteligencia se hereda, y yo hoy me pregunto ¿si esto será totalmente cierto o si será posible adquirir inteligencia emocional de una forma diferente a la herencia genética?
    Si como lo afirma Juan Carlos, La inteligencia emocional consiste en el conocimiento de las aptitudes personales y sociales, como la empatía y la habilidad social; el auto-conocimiento, la capacidad de autocontrol y la motivación, que se pueden mejorar para lograr un mayor auto-dominio, es una herramienta que está a mano para que pueda ser útil a la hora de tomar la decisión de impactar positivamente a miles de organizaciones que a su vez y a través de la búsqueda de líderes equilibrados contribuirán a que por fin el planeta tierra alcance para todos.

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